¡Hola! Mi nombre es Bianca Gajardoni. Tengo 19 años y vengo de Birigui, una ciudad en el interior de São Paulo, Brasil. Actualmente, soy estudiante de ingeniería biomédica en la Universidad Johns Hopkins.
¡Esta es la historia de mi viaje!
Mi trayectoria
Estudié en una escuela pública hasta el quinto grado de primaria. Luego, durante la transición al sexto grado, me cambié a SESI, un tipo de escuela en Brasil que ofrece becas a estudiantes cuyos padres trabajan en el sector industrial.
Esta oportunidad fue muy importante para mí porque me introdujo al mundo de la robótica. Me uní al equipo de robótica de mi escuela y participé en competencias tanto a nivel nacional como internacional durante mis años de primaria. Una de las experiencias más memorables fue una competencia en el extranjero, donde me di cuenta de la posibilidad de estudiar en el exterior. Conocer a personas de diferentes países me hizo pensar: "¿Qué tan genial sería cursar mis estudios universitarios en un entorno tan diverso?" Esta idea despertó mi deseo de explorar la educación en un contexto global.
En ese momento, SESI no ofrecía ningún tipo de mentoría, aunque hoy en día tienen el programa "Passaporte para o futuro". En aquel entonces, tuve que buscar mentoría fuera de mi escuela. Recibí orientación del programa "University Placement" de LALA y de las becas "Daqui pra fora". Este apoyo fue crucial, ya que mis padres no podían ayudarme económicamente.
Por qué Estados Unidos
La primera razón por la que elegí Estados Unidos fue porque sabía que valoraban los cursos interdisciplinarios, y eso era exactamente lo que yo quería. Aunque estaba segura de que quería trabajar en ingeniería, todavía tenía un fuerte deseo de explorar mi lado social. Quería asistir a una universidad donde pudiera estudiar un poco de todo.
La segunda razón fue la oportunidad de experimentar la cultura estadounidense. Cuando tenía entre 14 y 15 años, me encantaba ver videos de chicas estudiando en el extranjero, y también se convirtió en mi sueño.
Finalmente, la ayuda financiera jugó un papel crucial en mi decisión. Las becas en Estados Unidos son mucho más grandes, y como mi familia no podía proporcionar apoyo financiero, sabía que necesitaba asegurar la beca más grande posible. Otros países simplemente no ofrecían tantas oportunidades como Estados Unidos.
Por qué Johns Hopkins
Johns Hopkins es la mejor universidad en ingeniería biomédica, y yo quería ser parte de una institución tan prestigiosa. Asistir a una universidad de primer nivel me daría acceso a investigaciones de vanguardia, valiosas conexiones con importantes empresas tecnológicas y exposición a tecnologías avanzadas. Estaba ansiosa por formar parte de ese entorno y aprovechar las oportunidades que ofrece.
Tenía un promedio de calificaciones (GPA) no ponderado de 3.8 y apliqué con la opción de no presentar exámenes, lo cual sorprendió a muchas personas. Además, obtuve 130 puntos en el Duolingo English Test.
Mis actividades extracurriculares más importantes fueron tres experiencias clave. La primera fue definitivamente mi participación en el equipo de robótica, al que me uní a los 14 años, demostrando un compromiso a largo plazo. Participé en varios proyectos de investigación dentro de la robótica, centrándome en temas como la fibromialgia, la radiación cósmica y las ciudades inteligentes. Uno de los proyectos que desarrollé tenía como objetivo proporcionar un tratamiento alternativo para el síndrome de fibromialgia, lo que destacó mi pasión por la ingeniería biomédica ante la universidad.
En segundo lugar, formé parte de una ONG llamada "Tocando em Frente", donde ofrecíamos a adolescentes de escuelas públicas la oportunidad de participar en una variedad de actividades extracurriculares. El programa ofrecía un año de actividades diseñadas para desarrollar el pensamiento crítico y creativo, ayudando a los estudiantes a descubrir oportunidades que a menudo no están a su alcance. A través de este proyecto, impactamos a más de 10,000 niños en todo Brasil.
La tercera actividad extracurricular clave fue mi participación en "STEM para Minas". Inicialmente, formé parte del equipo de redacción, donde escribíamos artículos sobre ser mujer en STEM. Más tarde, me convertí en la líder del equipo de podcast, donde entrevisté a científicas brasileñas sobre sus investigaciones. También discutimos los desafíos del prejuicio en el campo, creando conciencia y promoviendo la igualdad de género en STEM.
Ayuda Financiera
Me otorgaron una beca completa en la Universidad Johns Hopkins, que cubre mi matrícula, alojamiento, comida y gastos de libros. Además, recibo un estipendio de $1,300 cada semestre para ayudar con costos adicionales y no planificados.
Adaptándose a un nuevo entorno
¡En mi primer mes, todo se sentía increíble! Tenía acceso a oportunidades que nunca antes había experimentado, como laboratorios de ingeniería biomédica e impresoras 3D, lo cual era asombroso.
Sin embargo, en el segundo mes, la realidad se hizo presente. Comencé a extrañar mucho a mi familia, pero afortunadamente tenía una amiga brasileña, lo que me facilitó las cosas durante ese tiempo.
Para el tercer mes, me di cuenta de que no siempre estaría 100% feliz, pero la vida está llena de altibajos, con momentos que dan forma a nuestra experiencia.
Mi consejo es que te des tiempo. No te fuerces a ser demasiado sociable desde el primer día porque aún te estás adaptando a un entorno completamente nuevo.
Caminos Futuros
En el futuro, planeo crear una startup enfocada en el lado industrial de la ingeniería biomédica. Mi objetivo es desarrollar iniciativas que aborden tanto los desafíos de la atención médica como el impacto social de la misma, mejorando el acceso y los resultados para diversas comunidades.