Dando el Salto

Cuando estaba considerando la universidad, vivía en Texas y sabía con certeza que quería estar en un lugar nuevo. No pensé que lo llevaría a este extremo, pero ahora, siendo graduada, sé que fue una excelente elección. Apliqué principalmente a universidades en California y Nueva York, y finalmente estaba eligiendo entre Barnard College en Nueva York, Claremont McKenna College en California y NYU Abu Dhabi.

Durante mucho tiempo no tuve ningún deseo de ir a NYUAD, ya que no pensaba que este gran salto fuera algo para mí a los 18 años. Nadie a mi alrededor hacía algo así. Afortunadamente, la señora que me reclutó –con quien sigo siendo increíblemente cercana hasta el día de hoy– vino a mi escuela todos los años durante 4 años e incluso se hizo amiga de mi madre. Traía recuerdos y cargadores portátiles, pero más importante aún, nos ayudó a desmitificar Abu Dhabi, los Emiratos Árabes Unidos y toda la idea estadounidense de "el oeste y el resto". Rompió el estereotipo de que cualquier lugar fuera de los Estados Unidos no me daría el nivel deseado de seguridad y calidad de vida. De hecho, era todo lo contrario.

En ese momento estaba realmente nerviosa e indecisa sobre NYUAD, pero eventualmente, llegué a sentir que era, de hecho, la elección correcta.

Ayuda financiera en NYUAD

La beca fue otra razón importante para elegir NYUAD. Mi familia es de Puerto Rico, que fue afectado por el huracán María un año antes de que yo fuera a la universidad. Muchos de nuestros familiares tuvieron daños en sus casas y tuvieron que quedarse con nosotros. Teníamos muchos gastos nuevos, y aunque esos fondos estaban inicialmente destinados a pagar la universidad, si tenía otra opción para no gastar ese dinero, necesitaba elegirla. NYUAD me proporcionó ayuda financiera completa: vuelos a casa dos veces al año, semestres de estudio en el extranjero, presupuestos para investigación, seguro médico, lo que te puedas imaginar. Nunca había visto una beca tan completa, y fue un cambio radical para mí y mi familia.

Sintiéndose cómoda en un nuevo lugar

En realidad, no experimenté tanta nostalgia como pensé que lo haría. Imaginé que estaría completamente desorientada al estar lejos del único hogar que había conocido, pero una vez que llegué al campus, me gustó mucho el ambiente y comencé a adaptarme rápidamente.

En NYUAD hay mucho aprendizaje pasivo: te acostumbras a convertir monedas, escuchar diferentes idiomas y expandir tu paladar a la velocidad de la luz. Fue una experiencia universitaria muy refrescante, mientras aún mantenía algunos de los elementos tradicionales de la universidad como nuestras clases y clubes.

Cuando llegué, comencé a buscar cosas que me resultaran familiares y pasaba tiempo con personas de orígenes similares. Con el tiempo, me sentí más cómoda y mis amistades comenzaron a expandirse, lo que creo que fue un proceso de adaptación muy saludable. Construir relaciones es definitivamente difícil de mantener cuando viajas tanto. Es un tema común en NYUAD, que me enseñó mucho sobre cómo construir y mantener relaciones en todo el mundo sin perderme en el proceso.

Lo más destacado de mi experiencia

Junto con una de mis compañeras de clase, cofundé una organización comunitaria llamada AZIZA, que se dedica a crear espacios para mujeres negras y personas de género expansivo que son de Abu Dabi o viven allí. Comenzó como una cena donde invitamos a mujeres negras de la Universidad París-Sorbona y otros lugares a venir a nuestro campus, compartir una comida y conocerse. Pudimos obtener financiación de la universidad para poner en marcha el proyecto. Bajo la tutoría de la Oficina de Vida Espiritual y Educación Intercultural, pasamos por todo el proceso de una startup: construcción de la misión, presupuesto y expansión del equipo.

Ahora han pasado casi 4 años y casi 200 personas han pasado por el programa. Me ha traído mucha alegría (y estrés), especialmente haciéndolo en pleno auge del movimiento Black Lives Matter en 2020. Ahora he pasado el testigo a estudiantes muy apasionados y capaces para que lo continúen, y de vez en cuando me paso para ofrecer apoyo.

Bailar, Cerámica, Comer

Además de los estudios, ¡hice muchas cosas por diversión, la lista no tiene fin! Solía ir a clases de bachata cuando era estudiante de primer año. Era muy gratificante practicar un baile latino en Abu Dabi con otras personas interesadas en nuestra cultura. También me encanta la cerámica, así que solía tomar clases de alfarería en Manarat Al Saadiyat. Eventualmente trajeron un estudio de cerámica al campus, así que iba allí a las 3 de la madrugada y pasaba la noche trabajando.

Comer se convirtió en un pasatiempo muy serio. Hice un mapa de todos los lugares donde comí en Abu Dabi, y para cuando me gradué, tenía una larga lista de increíbles lugares locales. Hay tantas cocinas y restaurantes, ya que gran parte de la comida es hecha a mano por familias que traen sus cocinas culturales a los Emiratos Árabes Unidos. Luego comencé a hacer el mismo proceso de mapeo en cada ciudad, así que en caso de que vuelva, siempre tengo un lugar a donde ir.

La vida después de la graduación

Después de graduarme, continuaré mis estudios de posgrado como becaria Truman.

NYUAD es una pequeña escuela internacional con una historia corta, pero estoy impresionada por lo efectiva que ha sido en términos de premios globales. NYUAD es una de las productoras más constantes de becarios Rhodes en el mundo—un reconocimiento especial a Doug Cutchins por guiar a tantos estudiantes a través de estos procesos de premiación.

Una habilidad única que adquieres como estudiante de NYUAD es la capacidad de involucrarte tanto a nivel local como internacional. Muchos estudiantes están realizando estudios de caso en persona en varias ciudades y países alrededor del mundo. El mundo está extremadamente entrelazado cuando vas a NYUAD, lo que le da una ventaja competitiva, creo yo.

Este aspecto ha sido especialmente importante en mi búsqueda de estudios de posgrado. Después de graduarme, hice una pasantía en el Museo Smithsonian de Historia y Cultura Afroamericana. Mi proceso de solicitud se centró en la idea de que puedo hablar tanto del contexto afroamericano, ya que lo he vivido y estudiado, como también puedo conectar la vida afroamericana con muchos contextos globales con los que está integrada. Esa es una habilidad comercializable que atribuyo a NYUAD.

Mientras tomo un descanso con mi familia, ahora estoy solicitando trabajos y mi estrategia es contactar a mis profesores que me conocen bien. Confío en ellos y en sus redes para que me pasen oportunidades que se sientan significativas. Definitivamente es un desafío diferente conseguir un trabajo como graduada de NYUAD, ya que no estás buscando puestos en un solo país, sino en todo el mundo. ¡La forma en que el CDC (Centro de Desarrollo Profesional) lo maneja es impresionante!

Consejos para los aspirantes

Creo que cada vez está más claro que las instituciones nos necesitan. Tu trasfondo cultural específico y tu experiencia vivida son una oferta para una universidad que de otra manera podría tener dificultades para acceder. Mi consejo para los estudiantes es recordar que el lugar de donde vienes es, de hecho, un superpoder, es la columna vertebral de las cosas que seguirás haciendo. Y si vienes de lugares más pequeños, es aún más importante que la institución te vea y valore tu perspectiva. Por supuesto, ese es el caso si están interesados en ser una institución global. Si no lo están, ¡yo reconsideraría tu elección!

Quiero ser clara: no quiero decir que NYUAD sea perfecta de ninguna manera. De hecho, gran parte de mi trabajo en la institución consistió en mejorarla a través de reflexiones institucionales sobre raza y género. Sin embargo, creo que es un lugar valioso para agudizar tu perspectiva global. Esa es mi mayor conclusión.