Giro inesperado: Fui elegida

Hola, me llamo Maria y soy de Galați, Rumania. Completé mi licenciatura en Psicología en UCL (University College London) en 2023, y ahora estoy enfocada en mi maestría. Quiero que este artículo se centre en mi experiencia de licenciatura desde un punto de vista retrospectivo.

Mis Actividades de Secundaria

Para mi solicitud, creo que las actividades extracurriculares en las que más me enfoqué fueron, en primer lugar, las Olimpiadas. Aunque no llegué a participar en Olimpiadas de nivel nacional, aun así saqué el máximo provecho de los resultados y me centré en lo que aprendí de la experiencia. Por otro lado, también participé en muchos MUN (Modelo de Naciones Unidas) en Galați, mi ciudad natal. Aunque deseaba explorar conferencias en otras ciudades también, las limitaciones financieras no me lo permitieron. En los MUN, hay múltiples departamentos de los que puedes formar parte, pero yo solo me postulé para el de salud porque estoy interesada en la psicología. Mis principales objetivos eran poder hablar mejor en inglés y desarrollar argumentos sólidos, básicamente, hablar en público.

En realidad, decidí en una etapa muy tardía que quería estudiar en el Reino Unido, así que tuve algunas dificultades con mis actividades extracurriculares. Aproveché al máximo lo que había hecho hasta entonces y traté de enfocarme en cómo me ayudaron en mi desarrollo personal.

Por ejemplo, si presentaba uno de mis proyectos escolares en una conferencia muy local, lo incluiría como una muestra de mi habilidad para hablar en público y la difusión de resultados. La forma de expresarlo lo es todo, e incluso las actividades extracurriculares más básicas, como presentar cómo muchos de los libros que he leído sobre temas psicológicos me inspiraron a apreciar la mente humana, pueden hacer que el CV brille si se presentan adecuadamente. Durante la secundaria, intenté hacer un poco de todo para descubrir quién era.

Cambiando de Rumbo

Estudiar neurociencia en el Reino Unido era mi plan B, y solicité ingreso a muchas universidades en Londres. Ese camino fue difícil porque estaba en una encrucijada cuando terminé la secundaria. Fui aceptada en ambas opciones (psicología en UCL y medicina en Rumania), y eso fue aún más confuso—no sabía qué iba a elegir. Mis padres me ayudaron mucho porque estaban muy interesados en que estudiara medicina. Pero al mismo tiempo, vieron lo feliz que estaba cuando fui aceptada en UCL y lo desinteresada que estaba cuando fui aceptada en medicina en Rumania.

En realidad, fui parte de la última generación que estudió en el Reino Unido antes del Brexit. Pensé: "Es ahora o nunca para mí". Mis padres me ayudaron mucho con las cuotas, y en términos de lo costoso que es, ahora es mucho más caro en comparación con cuando fui aceptada.

El Proceso de Admisión

El proceso de admisión fue como una carrera para mí porque decidí oficialmente aplicar tres semanas antes de la fecha límite, ¡que era el 14 de enero! Estaba en un horario apretado para reunir todos mis documentos, hablar con mis profesores y escribir mi solicitud.

Pedí consejo a estudiantes que encontré en línea - Comencé con mi prima o personas que conocía que habían ido al Reino Unido, les pedí que revisaran mi declaración personal, y también contacté a personas de mi escuela secundaria que también habían ido al Reino Unido. Fue caótico porque todo tenía que ser perfecto, ya que solo tenía una oportunidad.

Apliqué exactamente el 14 de enero, y luego no tuve noticias durante meses, ¡lo cual fue horrible! Revisaba mi correo electrónico todos los días. Recuerdo que mis compañeros de clase, que también estaban aplicando al Reino Unido, estaban recibiendo ofertas de múltiples universidades mientras yo no escuchaba nada, ni siquiera un rechazo.

Al final, recibí mis respuestas en mayo. Ciertamente, apliqué dentro de la última hora permitida—literalmente al minuto. Así que, fue un estrés frenético durante el período de solicitud y luego un estrés de espera durante un par de meses después, pero todo valió la pena.

Mi programa no requería ninguna prueba ni siquiera una entrevista cuando apliqué, pero creo que ahora a los candidatos considerados se les ofrece una entrevista.

Cómo escribí mi declaración personal

No fue como la declaración personal al estilo estadounidense, que es más creativa y se centra en una historia personal. Escribí algo más parecido a una carta de presentación, hablando sobre mis experiencias. Actualmente, se requiere que el número de palabras esté entre 1000 y 1500.

Incluí todas mis actividades y cómo me ayudaron a desarrollarme, reflexionando mucho sobre esos momentos. Es muy importante no simplemente nombrar las actividades, sino reflexionar sobre cómo te ayudaron.

Hubo dos preguntas que me resultaron más difíciles. Una fue "¿Por qué Psicología?" y la segunda fue "¿Por qué UCL?"

Para "¿Por qué Psicología?", recuerdo haber incluido una historia sobre cómo me di cuenta por primera vez de que realmente me gustaba la materia, lo cual fue en realidad durante mis estudios de medicina en la escuela secundaria. Estaba estudiando el sistema nervioso y me di cuenta de que era mi parte favorita de todo lo que estaba aprendiendo. También lo relacioné con algunos libros que había leído y algunas experiencias personales con la salud mental.

Para "¿Por qué UCL?", me centré en su reputación académica, los profesores y la investigación que estaban realizando que me interesaba. También mencioné que quería estudiar en Londres porque me gustaba el ambiente multicultural, las oportunidades académicas y el hecho de que podría interactuar con personas de diferentes orígenes.

Un día en la vida de un estudiante de Psicología

Inicialmente pensé que la psicología sería una materia relajada—más antropológica, más social. Pero resultó estar fuertemente impulsada por la ciencia. Me encontré con estadísticas y métodos de investigación durante la mayor parte de los tres años que la estudié.

La carga de trabajo fue de alguna manera diferente a lo que esperaba - esperaba que fuera difícil, pero no esperaba el nivel de independencia que tuvimos mientras estudiábamos. En la escuela secundaria, estábamos acostumbrados a que los profesores nos dieran tareas específicas y nos supervisaran, pero en la universidad, nadie hace eso. Tienes que gestionar tu propio tiempo, planificar tus estudios y asegurarte de cumplir con los plazos. Las clases también eran diferentes a lo que estaba acostumbrada. Tuve que aprender a tomar buenas notas y estudiar eficientemente porque había mucho material.

Creo que la parte más difícil fue entender las estadísticas. La psicología implica mucha más matemática de lo que la gente podría esperar, especialmente en métodos de investigación y análisis de datos. Tuve que tomar un curso de estadística cada año, y al principio fue abrumador, pero después de un tiempo, me acostumbré, ya que me di cuenta de lo importante que era para realizar investigaciones.

Otra parte desafiante fue la gran cantidad de lectura que teníamos que hacer. Había muchos artículos académicos y libros que revisar, y a veces el lenguaje era muy complejo y académico. Tuve que desarrollar estrategias para leer eficientemente y extraer la información más importante.

Presupuesto

Como no me concedieron una beca, hacer un presupuesto se volvió esencial. Para mantenerme, asumí varios trabajos a tiempo parcial—en un momento dado, estaba trabajando con seis empresas diferentes. Algunos de estos trabajos eran casuales, otros más complicados, pero todos contaban. Afortunadamente, no necesitaba un visado de trabajo, ya que había solicitado antes del Brexit y me consideraban una ciudadana pre-establecida.

Trabajé como barista durante unos meses. También enseñé debate y biología a niños durante la escuela de verano. Uno de los roles más significativos fue como parte de un grupo de coproducción dirigido por una organización benéfica. Buscaban jóvenes para participar en grupos focales para asesorar sobre próximas iniciativas juveniles. Ese papel duró alrededor de un año, era remunerado y me dio un fuerte sentido de propósito—y una forma práctica de marcar la diferencia.

La Luz y La Oscuridad

Especialmente durante los últimos años de mi licenciatura, realmente empecé a extrañar mi hogar. Me di cuenta de que me estaba perdiendo cumpleaños, reuniones familiares, viajes con amigos, momentos con las personas más cercanas a mí en Rumania. Y aunque hice amigos en el Reino Unido, me costó establecer conexiones profundas. Lo intenté sinceramente; quería tener amigos internacionales, pero sentía que algo se interponía en el camino. Había una barrera que simplemente no podía romper.

Otro gran desafío fue el aspecto financiero, especialmente viviendo en Londres. Todo el mundo sabe que es caro, y para alguien que quiere trabajar en el sector de la salud, es aún más difícil. Pero este desafío tuvo un lado positivo. Me empujó a obtener experiencia laboral temprano. Mientras que muchos de mis compañeros solo comenzaron prácticas en su tercer año, yo tuve trabajos de medio tiempo desde el primer año. Para cuando me gradué, ya tenía tres años de experiencia.

Aun así, obtener tu diploma de licenciatura en psicología es apenas el primer paso, el comienzo de un maratón. La carrera te da las bases teóricas, pero no mucho que puedas aplicar inmediatamente. La psicología es increíblemente versátil: puedes dedicarte al trabajo clínico, la investigación, recursos humanos, marketing, siendo la psicología clínica el camino más largo. Probablemente necesitarás una maestría, luego trabajar como psicólogo asistente durante unos años. Necesitas experiencia en investigación, artículos publicados, y solo entonces puedes solicitar el doctorado necesario para convertirte en un psicólogo clínico completamente calificado.

¿Cuál es una cualidad importante para un psicólogo?

Creo que es la empatía, honestamente. La fatiga por empatía es real: empatizas con todos y te olvidas de hacer espacio para tus propios sentimientos. Pero la empatía, cuando es intencional, es esencial en psicología. Constantemente estás interactuando con personas vulnerables, y necesitas preocuparte profundamente mientras proteges tus propios límites.

Otra habilidad crítica es desarrollar una actitud reflexiva. En psicología, tienes que reflexionar sobre todo: tus conversaciones, tu investigación, incluso tu presencia. Tienes que preguntarte: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Qué impacto tendrá? ¿Qué puedo aprender? No se trata solo de actuar, sino de comprender. Y la reflexión no es solo para los errores; trato de reflexionar también cuando las cosas van bien. Eso es igual de importante para el crecimiento.

Un momento clave que siempre recordaré fue durante mi trabajo clínico entre 2023 y 2024. Estaba trabajando con alguien diagnosticado con trastorno de personalidad emocionalmente inestable, una condición donde los estados emocionales cambian rápidamente. En un momento, estaban cálidos y abiertos; al siguiente, furiosos. Durante una sesión individual, algo que dije desencadenó ese cambio, y de repente la energía cambió. Mi ansiedad se disparó. No sabía si debía desescalar, así que me quedé paralizada.

Esa experiencia me enseñó la importancia de establecer límites profesionales claros desde el principio, especialmente con personas que quizás nunca aprendieron a respetarlos. Establecer esos límites desde el inicio es lo que sostiene la relación terapéutica.

¡Un consejo! Escúchame

Habla con todas las personas que puedas que ya lo hayan hecho: amigos, gente de tu escuela secundaria, familiares o incluso desconocidos en Instagram o LinkedIn. Te sorprendería lo dispuesta que está nuestra generación a compartir su experiencia. La mayoría de nosotros queríamos que alguien nos contara estas cosas, así que estamos felices de transmitirlas.

Por eso, mi mayor consejo es: piensa más allá de esos tres años de universidad. Y no solo para psicología, sea lo que sea que elijas, pregúntate qué viene después. Sé que suena aterrador planear tu vida post-universitaria a los 18 años, pero si vas a invertir tanto tiempo, dinero y energía en algo, vale la pena saber cómo podría beneficiarte.

No tienes que tenerlo todo resuelto, pero piensa en cómo tu elección puede funcionar para ti. Mira todo, considera cada ángulo y luego confía en tu instinto. Eso es lo que hice yo, y estoy feliz de haberlo escuchado.