¿Por qué Oxford?

En mi último año como estudiante de literatura en la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi (NYUAD), estaba decidido a solicitar programas de doctorado en inglés en los Estados Unidos. Ese era el camino que muchos otros estudiantes habían tomado anteriormente, y en ese momento parecía la elección obvia. A mitad de la temporada de solicitudes, cambié de opinión. Tenía tres razones: en primer lugar, sentía que las lagunas en mi conocimiento y formación eran graves, y que no estaba listo para solicitar un programa de doctorado. En segundo lugar, no estaba seguro si realmente quería hacer un programa de doctorado en inglés; también me interesaban cosas como la antropología, la política educativa, la historia de la ciencia y la economía. Finalmente, quería ganar experiencia en el mundo laboral. Comprometerme con los próximos 4-5 años en un programa de doctorado no encajaba con mis objetivos.

En su lugar, solicité programas de maestría, con la esperanza de que un programa de uno o dos años me diera tiempo para explorar más el campo y me ayudara a tomar decisiones futuras con mayor claridad. Solicité cinco programas: dos en Canadá, dos en Europa y uno en el Reino Unido. Al final, elegí la maestría de un año en "Literaturas Mundiales en Inglés" en la Universidad de Oxford en el Reino Unido.

¿Por qué elegí Oxford? El aura de Oxford ciertamente jugó un papel. Más importante aún, me gustó el programa: me ayudó a construir sobre mi formación en "literatura mundial" en NYUAD. Al ser un programa nuevo que era muy diferente de los otros programas de grado diseñados más rígidamente alrededor de "períodos" en la literatura, digamos 1550-1700, me dio una libertad significativa para explorar las posibilidades de la literatura, los límites de la teoría literaria y la relevancia de la literatura para el mundo en general.

Mi beca en Oxford

No habría sido posible estudiar en Oxford sin el generoso apoyo proporcionado por el Programa de Becas de Posgrado Ertegun en Humanidades. La beca cubrió mis tasas de matrícula en su totalidad y proporcionó un estipendio para financiar mis gastos de vida en Oxford. Además, la beca me permitió acceder tanto a la Ertegun House como a su comunidad de jóvenes académicos de humanidades en campos tan diversos como la teología y la musicología. Estuve en Oxford en 2020, en medio de las peores olas de Covid-19 a nivel mundial. Mientras las bibliotecas y cafeterías estaban cerradas, la Ertegun House se convirtió en un espacio necesario para mí fuera de mi pequeño apartamento.

Para solicitar la beca, escribí una declaración de apoyo y un cuestionario disponible en el sitio web de la beca.

Hay bastantes, pero no suficientes, oportunidades de becas para estudios de posgrado internacionales en Oxford. La Beca Ertegun es una de ellas. Otras oportunidades incluyen la Beca Rhodes, la Beca Clarendon y la Beca Chevening.

Cómo Oxford fue una experiencia única

Al igual que en NYUAD, los estudiantes del programa de Literatura Mundial en Oxford provenían de todo el mundo, pero el ámbito académico en esta última institución era muy diferente de lo que había sido en NYUAD. Por un lado, la universidad era más grande: nuestro programa tenía solo 16 estudiantes, pero había otros 8 o 9 programas similares al nuestro, además de los programas de pregrado y doctorado en inglés. En parte debido a esto, las relaciones que uno podía establecer con los profesores estaban mediadas por reglas y procedimientos.

Por ejemplo, me había acostumbrado al ambiente cordial entre profesores y estudiantes en NYUAD. Cuando escribía trabajos para mis clases, tenía el privilegio de recibir varias rondas de retroalimentación de los profesores. Además, todos nos conocíamos. Mis profesores esperaban cierto tipo de trabajo de mi parte, y cuando calificaban mis trabajos, inevitablemente se veían influenciados por mi presencia en clase, mi reputación y el peso de nuestras relaciones. Con los años, los beneficios de este tipo de vida provincial se acumularon y me volvieron en parte complaciente.

El sistema algo burocrático de Oxford rompió cualquier ilusión que tuviera sobre ser un buen estudiante o un buen escritor. Aquí, mis trabajos eran calificados de forma anónima. ¡Tenían que ser buenos! Me encontré trabajando más duro y pensando en mi trabajo independientemente de mí mismo, como debe hacerlo cualquier académico competente. En Oxford, aprendí más sobre lo que significa escribir bien.

A cualquiera que esté considerando una carrera académica, le instaría a solicitar un programa de maestría en un país que tenga un sistema académico diferente al que está acostumbrado. Tal cambio me obligó a enfrentar mis malos hábitos, desarrollar mis buenos hábitos y, en última instancia, dar un paso más cerca de ser un estudiante integral.

La vida después de la graduación

Aquí está el detalle: mi experiencia en Oxford no me dio ninguna claridad sobre lo que quería hacer en el futuro. Una vez más, me encontré sintiéndome mal preparado para solicitar programas de doctorado, o incluso para tomar cualquier decisión importante sobre mi futuro. En medio de otra gran ola de Covid en 2021, decidí regresar a mi país natal, Nepal, para enseñar Lengua y Literatura Inglesa en una escuela del Programa del Diploma del IB en Katmandú.

Durante los últimos 2 años, he continuado enseñando mientras persigo la escritura como actividad paralela. Mis experiencias académicas tanto en NYUAD como en Oxford ayudaron a inculcar un amor por el aprendizaje permanente que he tratado de transmitir a mis estudiantes.

Consejos para los solicitantes

Una de las partes más importantes de tu solicitud es tu declaración de propósito. Pasé mucho tiempo elaborando mi declaración y no dudé en buscar toda la ayuda posible de mis compañeros y profesores. Al final, tu declaración cuenta una historia sobre quién eres, qué es importante para ti y por qué estudiar un programa de grado puede ayudarte a alcanzar tus metas. Aspectos de tu declaración como la estructura, la precisión y la claridad pueden ser muy útiles. Asegúrate de utilizar estas herramientas, que siempre están a tu disposición, para contar una historia convincente sobre ti mismo.

Contacta a profesores u otras personas relevantes que te conozcan bien para que escriban buenas recomendaciones en tu nombre. Me gusta compartir mi declaración con mis recomendantes con bastante antelación a la fecha límite, para que, conociendo la historia que quiero contar sobre mí mismo, ellos también escriban una narrativa complementaria.

Si tienes preguntas adicionales, estaré encantado de responderlas por correo electrónico en crp372@nyu.edu.