¡Hola! Mi nombre es Jean, y soy parte de una comunidad indígena en Brasil. Fui aceptado en la Clase de 2029 en Northwestern University. ¡Mira cómo lo logré!

Mi origen

Provengo de la comunidad nativa más grande de América Latina, el Quilombo Kalunga. Los quilombos eran comunidades formadas por esclavos fugitivos en Brasil, y hoy en día, muchos aún existen como comunidades quilombolas, preservando la herencia africana y luchando por los derechos sobre la tierra y la justicia social.

Siempre he estudiado en mi comunidad, con maestros locales. A partir de la escuela secundaria, nuestra experiencia en el aula cambió significativamente. Pero a pesar de estas limitaciones, mi escuela aún me apoyó. Los maestros escribieron cartas de recomendación para mis solicitudes, me enviaron mensajes de aliento y siempre me estaban animando.

Pero es importante entender que esta es una escuela dentro de un quilombo — todo el proceso de solicitud universitaria era desconocido para todos allí. Los maestros no sabían qué debía incluir una carta de recomendación, y mucho menos cómo escribirla en inglés. Afortunadamente, un programa de mentoría nos apoyó tanto a mí como a mis maestros — explicaron lo que las cartas debían transmitir, ayudaron a guiar el proceso de escritura y se encargaron de traducirlas al inglés.

Decidiendo estudiar en el extranjero

Mi madre fue una de las primeras personas en nuestra comunidad en asistir a la universidad, no en el extranjero, sino en Brasil. Estudió Educación Rural en la Universidad de Brasilia, en una extensión del campus diseñada específicamente para estudiantes quilombolas. Fue maestra por un tiempo, pero eventualmente dejó la profesión. Aun así, siempre me inspiró a valorar la educación y a verme como parte de ese mundo.

Un día, mientras veía una transmisión en vivo, me encontré con el programa Jovens Embaixadores—un programa de intercambio a Estados Unidos totalmente financiado para 50 estudiantes brasileños de escuelas públicas. Apliqué dos veces. La primera vez no fui aceptado, pero en mi segundo intento, lo logré. Ese momento le dio sentido a mi historia y a mi existencia. Antes de eso, las oportunidades nunca realmente me alcanzaban. Un amigo mío dijo una vez que hay un "agujero negro" que se sitúa entre nuestras comunidades y las oportunidades que se supone que deben llegarnos—se las traga todas antes de que puedan llegar. Así exactamente me sentía. Pero después del intercambio, apoyado por la Embajada y el gobierno de EE.UU., todo cambió. Pude interactuar con diplomáticos, aprender sobre diferentes culturas y conectar con otros 49 estudiantes increíbles. Mi mundo se expandió.

Durante el viaje, nos reunimos con EducationUSA y aprendimos sobre el Opportunity Funds Program. Me arriesgué y apliqué. Fui aceptado de nuevo. Eso fue en mi último año de secundaria, cuando comencé a aplicar a universidades en el extranjero. Pero ninguna de mis actividades estaba planeada pensando en la universidad. Todo lo que hice—mis actividades extracurriculares, mi liderazgo, mi activismo—siempre estuvo arraigado en beneficiar a mi comunidad. Nada fue "estratégico" para una solicitud. Era simplemente quien yo era y lo que me importaba.

Por qué elegí Estados Unidos

Nunca consideré realmente estudiar en otro país que no fuera Estados Unidos. Después de experimentar el país a través del programa de intercambio y ver a tantas personas estudiando allí, simplemente se sintió natural. Incluso cuando era niño, siempre estaba viendo videos y soñando con hacer un programa de intercambio, y siempre era sobre Estados Unidos.

Creo que ese deseo estaba arraigado en mí desde una edad muy temprana. Nunca pensé en ir a ningún otro lugar. Simplemente me dije a mí mismo: "Voy a intentarlo en Estados Unidos". Es un sueño que he llevado conmigo desde que tengo memoria, desde que era un niño diciendo: "Quiero hacer un intercambio en Estados Unidos" o "Quiero visitar Estados Unidos algún día".

¿Por qué Northwestern?

Una de las principales razones por las que realmente podía verme en Northwestern fue porque llegué a conocer a algunas personas que ya habían estudiado allí, y la energía era contagiosa. Hay una magia en ese lugar que ni siquiera puedes imaginar, la estética y el ambiente, todo me cautivó.

No solo eso, sino que mientras investigaba, descubrí que tienen un programa de teatro enfocado en narrativas negras. También me enteré de que su programa de políticas públicas podría ser ideal para mis objetivos, especialmente después de escuchar sobre él de un amigo que fue admitido.

No fue una cosa específica lo que me hizo sentir como en casa, fue todo. Desde los profesores hasta los sistemas de apoyo, realmente podía verme prosperando allí. Northwestern ofrece todo lo que nunca he tenido en mi vida: oportunidades, profesores calificados y una comunidad sólida.

Allí, también podría verme siendo parte de su club Rainbow Alliance, que resonaba con mis valores. Todo me hizo sentir que la universidad realmente podría ser mi hogar.

Mis estadísticas: SAT, GPA y DET

Estudiar para el SAT fue extremadamente difícil, ya que vengo de Quilombo. Después de dos intentos fallidos, en los que ni siquiera pude alcanzar los mil puntos, mi mentor y yo decidimos que aplicaría con la opción de no presentar exámenes.

Él me dijo: "Eres un estudiante excepcional. Cualquier universidad a la que apliques entenderá tu contexto porque no se trata solo de calificaciones. Lo que importa es tu historia. Necesitas tener una historia que contar". Y más allá de eso, tenía actividades extracurriculares que respaldaban y probaban esa historia. Así que me enfoqué en la prueba de competencia lingüística, y decidimos ahorrar dinero. En lugar de tomar el SAT, ahorraríamos para el vuelo después de que me aceptaran.

En el Duolingo English Test, obtuve una puntuación de 130, y mi GPA fue de 9.13 sobre 10.

Consejos para prepararte

Me sentí realmente abrumado en mi último año de secundaria. Tenía que dedicar tiempo a solicitar admisión en universidades en el extranjero mientras mantenía al día mis tareas escolares, calificaciones y trabajos. Equilibrar todo era caótico. Por eso decidí tomar un año sabático. Me dio la oportunidad de entenderme realmente a mí mismo. Durante ese tiempo, asistí a varias conferencias y participé en eventos que me ayudaron a conectar con instituciones educativas específicas. Fue una oportunidad increíble para explorar y encontrarme a mí mismo.

En mi año sabático, tuve tiempo para solicitar admisiones, visitar cascadas, pasar tiempo con mi familia—cosas que no podía hacer cuando estaba en la escuela. Siempre he sido alguien que hace muchas cosas y se entrega mucho a los demás, pero durante mi año sabático, me dediqué a mí mismo. Si pudiera dar un consejo, diría: toma un año sabático si quieres solicitar admisión. Está bien si no puedes, pero si puedes, realmente vale la pena. Inicialmente no quería tomarlo, pero con la red de apoyo que tenía, me convencieron, y mirando hacia atrás, fue la mejor decisión que he tomado. No perdí el tiempo—me dediqué a un proyecto social y a retribuir. Terminé teniendo un gran impacto en niños de todo Brasil, especialmente en mi comunidad. El año sabático realmente cambió mi vida.

Otro consejo que daría es enfocarse en tu historia. No te estreses demasiado por las pruebas de competencia. Estudia y hazlo bien, por supuesto, pero recuerda que el proceso holístico es lo que más importa. Las universidades quieren entender tu trasfondo, tus actividades extracurriculares y quién eres como persona—cuán especial e inspirador eres. Un puntaje de examen por sí solo no puede definirte sin el contexto de tu vida, tus experiencias y tus valores. Tómate tu tiempo. Ve películas los fines de semana para recargarte, así vuelves con energía para solicitar y enfocarte en el lado humano de tu historia.

En mi año sabático, me enfoqué más en el lado humano—aprendiendo más, dedicándome a proyectos y trabajando para mejorar la educación en mi comunidad. No quería irme sin haber hecho un impacto positivo aquí primero. También era importante para mí seguir teniendo un buen desempeño en la escuela y participar en proyectos de voluntariado, pero no solo por el hecho de solicitar admisión. Es crucial mostrar quién eres fuera del aula. Participa en proyectos que se alineen con tus valores, no solo en los que todos hacen para pasar. Haz lo que te apasiona. Necesitas ser capaz de hablar y expresar tu participación en esas actividades.

Creo que estos son mis consejos más importantes: sé tú mismo y cuenta tu verdadera historia. Muestra tu voz.

Actividades Extracurriculares

En primer lugar, escribí un libro como parte de un proyecto de investigación sobre plantas medicinales en mi comunidad. Fue un esfuerzo comunitario en el que trabajamos con líderes locales e investigadores. El libro se titula "Plantas Medicinales de los Kalungas", y su propósito es preservar el conocimiento ancestral de nuestros ancianos y transmitirlo a las generaciones futuras. Esta fue una de mis actividades extracurriculares más importantes, profundamente ligada a mi comunidad.

La segunda fue Agecos Ambientais (Amigos Ambientales). Durante una feria cultural, me enteré de un incendio masivo que ocurrió en Chapada dos Veadeiros en 2021, que destruyó muchos de nuestros recursos naturales. Estábamos perdiendo agua y biodiversidad preciosas, y no podía quedarme de brazos cruzados. Quería tomar acción, así que creé una organización llamada Ajecos Ambientais con tres amigos. Dimos presentaciones en escuelas, cultivamos más de 100 plantas nativas de nuestra región con la ayuda de IBAMA, y organizamos esfuerzos de reforestación con la comunidad. También invitamos a ancianos locales para hablar sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio natural.

Otro proyecto del que estoy orgulloso es la creación del primer Consejo Estudiantil en mi escuela. Siempre he sido una persona curiosa, y pasé por mucho acoso escolar. No quería que otras personas pasaran por lo mismo, así que decidí crear el consejo. Ni siquiera sabía por dónde empezar, pero reuní a algunos amigos, movilicé a los profesores, y creamos la Geração Calunga Revolucionária (Generación Kalunga Revolucionaria). Organizamos eventos, como uno para el Día de la Conciencia Negra, que reunió a toda la comunidad. Fue un evento hermoso donde compartimos nuestras historias personales y creamos una conexión más fuerte con los profesores.

Además, fundé un grupo de teatro llamado Arte Kalunga MATEC. "Mateque" se refiere al medio ambiente, la tradición y la educación. Realizamos obras sobre los orígenes del quilombo para turistas y estudiantes locales. Este proyecto fue creado por mi primera maestra para fomentar el liderazgo juvenil. Muchos chicos de mi edad o más jóvenes tienen dificultades para expresarse, así que esta iniciativa les ayudó a encontrar su voz y aprender a compartir sus historias, como qué es el territorio Kalunga y qué significa para nosotros.

Además, fui voluntario en PROFUTURO, una organización que apoya a niños en situaciones vulnerables. También he sido beneficiario de esta ONG, recibiendo ayuda con alimentos y otras necesidades.

También soy el director de operaciones de Tocando em Frente, una organización educativa sin fines de lucro que impacta a más de 12,000 niños en todo Brasil.

Mi Declaración Personal

Recuerdo que un mentor específico me dijo una vez que me estaba enfocando demasiado en repetir la misma narrativa sobre mi comunidad. Me advirtió que si mencionaba esto con demasiada frecuencia, tanto en mis ensayos universitarios como en mi declaración personal, podría volverse repetitivo. Así que, di un paso atrás y pensé: "¿Tiene sentido escribir sobre otra cosa?" La verdad es que lo que quiero mostrarles es precisamente mi comunidad—mi gente, mi identidad como quilombola Kalunga. Esto es quien soy, y es esencial para mí destacarlo en cada parte de mi solicitud porque es mi voz, mi esencia. Por eso, mi comunidad definitivamente será parte de mi historia.

En mi declaración personal, compartí una experiencia de mi tiempo como voluntario con PROFUTURO, la organización que apoya a mi familia por estar en una comunidad vulnerable. Estábamos llevando a cabo una campaña para crear conciencia sobre la línea directa Disque 100, que es para denunciar casos de abuso sexual, especialmente en comunidades como la mía. Desafortunadamente, este tipo de crímenes son alarmantemente altos en mi ciudad, y sentí que era importante tomar acción. No soy el tipo de persona que se queda quieta, así que pensé: "Asegurémonos de que estos números lleguen a todos los hogares", y eso hicimos. Fuimos de puerta en puerta, distribuyendo información. Incluso mencioné cómo pinté una mariposa en la cara de un niño durante la campaña.

Mientras hacía esto, me di cuenta de que había olvidado incluir el número de Disque 100 en los materiales que estábamos repartiendo. Así que me apresuré a incluirlo mientras aún estaba en el proceso de pintar la mariposa. Fue entonces cuando realmente comencé a contar la historia, enfocándome en cómo abordé los problemas de abuso sexual en mi comunidad y cómo trabajé en la denuncia de casos y la protección de niños a través de mi papel como representante en el CTA (Consejo de la Infancia y la Adolescencia) y CONANDA (Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia). Luchamos por los derechos de los niños a nivel local, estatal y nacional, y llevé las necesidades de los niños de mi quilombo a esas plataformas.

Fue una movilización significativa, y me enfoqué mucho en cómo superé los desafíos y cómo estaba ayudando activamente a los niños necesitados. Es una historia poderosa que refleja mi crecimiento personal y compromiso con mi comunidad. Estoy realmente orgulloso de cómo resultó mi declaración personal—es una de mis piezas favoritas, y espero que tengas la oportunidad de leerla algún día.

Ayuda Financiera

Recibí una beca completa para asistir a Northwestern. Tendré que trabajar para ahorrar dinero para gastos personales fuera de la escuela, pero ellos cubrirán todo lo demás: comida, ayuda, libros. Incluso me darán un pase múltiple para el transporte. Así que realmente se encargan de todo, y no tendré que pagar nada, literalmente cero.

No tuve que hacer una solicitud por separado, solo tuve que enviar mi CSS Profile completo.